En este capítulo hay que destacar la labor realizada a través del Boletín MAZ, revista que durante estos años además de tratar temas mutualistas y servir de vehículo de contacto con los asociados, continuará realizando una verdadera labor didáctica con la inclusión de gran número de artículos eminentemente prácticos relacionados con la prevención de accidentes y dirigidos tanto a trabajadores como a  empresarios.

“Nuestro país contaba con un equipamiento industrial y estructuras económicas poco competitivas”

Más adelante, el  Real Decreto 1509/1976 de 21 de mayo (B.O.E. 2 de julio de 1976) regulará el nuevo Reglamento de Colaboración de las Mutuas Patronales en la gestión de la Seguridad Social, que entre otros cambios obligará a incluir en la denominación de la Mutua el número de registro con que consta en el Ministerio de Trabajo. Así a la denominación oficial de Mutua de Accidentes de Zaragoza se añadirá “Mutua Patronal de Accidentes de Trabajo nº11”.

A lo largo de estos años, la responsabilidad como Presidente de la Junta Directiva de MAZ pasará de D. Mariano Orcao Planas, quien desde 1960 la había ostentado, a D. Máximo García Vela, muy vinculado a la ciudad de Zaragoza, de la que fue Teniente de Alcalde, quien ejercerá el cargo desde el día 12 de marzo de 1971. Por otra parte, en julio de 1968 cesará D. José Suárez- Llanos Adriaenséns Director-Gerente de la Mutua durante treinta y cuatro años,  pasando a ocupar el cargo D. Andrés J. Diego Arnal.

      Al mismo tiempo, si bien todavía lejos de alcanzar sus dimensiones actuales, la Mutua contaba ya con un importante número de trabajadores propios. Para fomentar la relación  entre todos ellos, y para que no se perdiese esa relación de trabajo casi familiar que la había caracterizado, se promoverán las  actividades sociales en común, entre las que tendrán gran aceptación la realización de excursiones colectivas, en parte financiadas por la Entidad, y las conmemoraciones navideñas del Día de Reyes.

      Socialmente, tras unos años de optimismo económico que conformará la existencia de una clase media relativamente asentada, los primeros años de la década de los 70 coincidirán con una crisis internacional originada entre otros factores por el alza en los precios del petróleo. Las consecuencias de dicha crisis afectarán especialmente a nuestro país ya que contaba con un equipamiento industrial y unas estructuras económicas poco competitivas en comparación con las de nuestro entorno. También estas circunstancias tendrán notable repercusión en una entidad tan relacionada con el tejido productivo y laboral como la Mutua, que pese a las notables mejoras alcanzadas en la prestación de sus servicios, verá disminuir a partir de 1974 el número de trabajadores protegidos y, con posterioridad a 1975, también el de empresas asociadas.
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