Hasta la llegada de este aciago acontecimiento y, pese al poco propicio clima social, nuestra Mutua se había ido consolidando poco a poco, de forma  que el crecimiento de empresas asociadas a la MAZ, pese a no ser espectacular, pasará de  1073 en 1928 a 1650 en 1936 (lo que representaba ya el 60 por 100 de los patronos zaragozanos) En cuanto al número de trabajadores, que ya procedían además de todo Aragón, sufrirá ciertos altibajos incluso con años en los que disminuirá su número, pero en conjunto durante estos ocho años se producirá un crecimiento positivo pasando de 6.303 a 7.133 trabajadores amparados por la cobertura de la Mutua.

Al mismo tiempo, el aumento en las necesidades asistenciales de los trabajadores, pondrá de manifiesto, una vez más, la necesidad de ampliar las instalaciones y servicios médicos que hasta entonces prestaba la Mutua. En este sentido, ya en diciembre de 1920, el Consejo de Administración de la Mutua había tomado la decisión de construir un edificio de nueva plantaque diera respuesta a estas exigencias.

      Dicha sede, ubicada en la calle Sancho y Gil número 4, se construirá en un solar (adquirido en subasta pública en mayo de 1922), que originalmente había ocupado el Jardín Botánico de Zaragoza y que, tras los cambios urbanísticos motivados por la Exposición Hispano Francesa de 1908, había cambiado su uso.

      El 4 de enero de 1927, más de cuatro años después de la compra (pues parte del solar estaba ocupado por unas escuelas), comenzarán las obras. La dirección de las mismas correrá a cargo del arquitecto Marcelino Securun Orga, que había resultado ganador del concurso público organizado por la Mutua para tal fin y que firmará el proyecto. El nuevo edificio constará de  622 metros cuadrados construidos,  distribuidos en una planta baja (donde se ubicarán los servicios médicos) y dos en altura. Contará con una fachada mezcla de influencias renacentistas y de tradición aragonesa, y que en la actualidad ha sido declarado “Bien de Interés Arquitectónico”.

      Tras múltiples vicisitudes, y una vez dotado de los necesarios equipamientos sanitarios, por fin, el 30 de junio de 1928, tuvo lugar la inauguración oficial de la sede, acto al que asistió el entonces presidente Cándido Fayanás, una amplia representación de asociados y, entre otros, el presidente de la Federación Patronal, Faustino Bea y el representante de la Unión General de Trabajadores Sebastián Pallás.